ONE SHOT - If you Stay With Me ( Christian Beadles )

"Hola Christian.

Eh estado esperando el momento para decirte lo que siento por ti desde los 10 años.

¿Recuerdas el día en que me dijiste que te gustaba mi amiga? Me rompiste el corazón pero no querías hacerlo.... lo tengo claro por que sé que me quieres, que soy especial para ti y que no quisieras hacerme daño. He imaginado mil veces como sería el que estuviéramos juntos, al principio es lindo pero luego se vuelve borroso, quizá es por que mi mente borra la posibilidad de una oportunidad contigo, pero el que decide eso eres tú. Dime..."

Que tonto escribir eso, siempre lo encontré inmaduro pero era una manera de decírselo aunque nunca lo fuera a leer. Es que ya estaba harta de su juego, ya no podía seguir discutiendo conmigo misma el hecho de que el me quisiese solo como una amiga o como algo más, es tan inmaduro que eso es imposible de descifrar con sus actitudes.

Cuando éramos niños todo era más fácil, podía decirle que me gustaba todas las veces que quisiese y a el no le importaría en lo más mínimo igual que a mi. Pero ahora era distinto, si le decía lo que sentía habían dos opciones, que me quisiese como yo a el, o que simplemente me quiera como a una amiga, lo cual sería un gran problema ya que ya habría arruinado nuestra amistad con dos palabras. Te quiero.

Había tantas cosas desconocidas en el amor para mí, como el hecho de que yo no me pudiera acercar a otro chico en su presencia por que a Chris le molestaba, por otro lado el si se acercaba a otras chicas pero yo no le decía nada, por que simplemente no tenía un derecho sobre él, aun que el sobre de mi.

Guarde el papel con la escritura entre las hojas de mi diario violentamente, estaba enojada, volví a guardarlo donde pertenecía, debajo de mi cama. Me levanté de donde estaba sentada y me dirigí a la puerta principal para ver quien tocaba el timbre desesperadamente.

-Hola Chris – dije algo nerviosa después de que beso mi mejilla

-Hola... – saludó el igualmente – ¿Qué te pasa, te ves pálida?

-Nada, nada – repetí – eso solo que... – me miró atento y volví a reaccionar – que... ¿que haces por acá?

-¿Vine a verte...? – Respondió algo confundido – es lo que hago todos los días, ¿enserio no te pasa nada? – volvió a preguntar

-No, no... solo estaba preguntado – me hice la ofendida

-Si... – rió – es solo que lo dijiste como si tuviera que tener un motivo para venir a verte un rato, eres mi mejor amiga, amo pasar el tiempo contigo – sonrió dulcemente, me estremecí al escucharlo decir eso, era otro de mis mil motivos para no decirle lo que me pasaba.

Subimos a mi cuarto en ese horrible silencio incomodo, raro en nosotros, ya que cuando estábamos juntos no parábamos de hablar ni un solo segundo.

-¿Y que estabas haciendo antes de que llegara? – preguntó tratando de sacar un tema a flote

-Eh... estaba, ya sabes, lo de siempre – balbucee y el rió. Me senté en mi cama y el se sentó en el piso frente a mi.

- Hace un rato estaba hablando con mi hermana sobre lo importante que eran algunas personas en nuestras vidas – dijo de pronto, su mirada entrecruzo la mía y no la pude desviar de ahí en adelante

- Aoh... genial – mascullé – y... por que me dices eso – reí nerviosa sin dejar de mirarlo

- No lo sé, la verdad... eres muy importante para mi – desvió la vista hacia algún otro lugar, yo seguía con mis ojos cada movimiento de sus labios.

- Tu también lo eres para mi – volvió a mirarme, estaba a punto de arriesgarme pero volví a arrepentirme, seguí mirándolo hasta que su vista se guió hacia mis pies, lo miré confundida durante varios minutos.

- Nunca me dijiste que tenías un diario de vida – dijo hincándose para recogerlo

-¡No espera! – grité desesperadamente levantándome de la cama, el me secundó y escondió mi diario a sus espaldas – Devuélvemelo Chris

- ¿No me dejaras leerlo? – dijo entre risas

- No, es personal – dije nerviosa, el me miró inocente y volvió a sonreír – Chris, esto no es un juego, ¡ya devuélvemelo! – traté de parecer molesta pero no podía evitar mostrar lo nerviosa y avergonzada que estaba. 

Abrió el pequeño diario y como pensé que sucedería la hoja cayó a nuestros pies justo entre nosotros. La quedé mirando unos segundos al igual que lo hacia Chris, traté de ser más rápida que él y recogerla antes de la leyera pero fue imposible.

La agarró entre sus manos y comenzó a leerla con una sonrisa burlona en su rostro

- Hola Christian – dijo imitando mi tono de voz, mis ojos comenzaron a humedecerse, lo primero que hice fue sentarme sobre mi cama y mirar hacia otro lado pensando que esto no estaba pasando - Eh estado esperando el momento para decirte lo que siento por ti desde.... –  dejó de leer la carta cuando se dio cuenta de lo que estaba diciendo. Volvió la vista hacia mi sin dejar de sostener la carta muy cerca de el.

- ¿Qué? – Dije con la voz entrecortada – no vas a seguir riéndote de mí.

- ¿Esta carta es para mi? – dijo en un extraño tono, como si las palabras estuvieran obligadas a salir de su boca, seguí mirándolo hasta que volvió la vista hacia el maldito papel, me levanté de la cama como pude, me paré frente a él decidida.

- Eh estado esperando el momento para decirte lo que siento por ti desde los 10 años – comencé a narrar -

¿Recuerdas el día en que me dijiste que te gustaba mi mejor amiga? – Dije enojada, dejo de mirar la carta y me miró a los ojos - Me rompiste el corazón pero no querías hacerlo.... lo tengo claro por que sé que me quieres, que soy especial para ti y que no quisieras hacerme daño – dije textualmente, sabia exactamente lo que decía esa carta letra por letra, había salido de mi corazón y ahora salía de mi boca hecha palabras -   He imaginado mil veces como sería el que estuviéramos juntos, lindo pero luego se vuelve borroso, quizá es por que mi mente borra la posibilidad de una oportunidad contigo – comencé a llorar nuevamente -  pero el que decide eso eres tu – traté de sonreír y el bajo la vista – perdóname... no quería arruinar nuestra amistad – se quedó en silencio

- ¿Por qué no me dijiste antes? – dijo luego de un momento en silencio

- Dime... ¿tu que hubieras hecho en mi lugar? – Dije molesta – ¿hubieras preferido arruinar nuestra amistad por un par de frases que no quieres escuchar? ¿o hubieras preferido guardarte tus inútiles sentimientos para ti? Dime – repetí, tomo una de mis manos y me miró nuevamente.

-Hubiese sido difícil decidirlo, pero creo que yo no hubiese sido tan valiente como tu como para decirte eso – bajo la vista sin soltar mi mano

- De que hablas, no fui valiente... de no haber sido por que encontraste mi diario quizá nunca te hubieses enterado de esto – respondí sincera -  jamás te lo habría dicho

- Pero lo hiciste... si yo hubiese sido tan valiente como tu ,te habría dicho que eres la única chica que me gusta, que no hay nadie en quien piense más que en ti, te habría dicho que eres la chica más linda que mis 

ojos hallan visto... – dijo sin desviar la vista de mi mirada, lo interrumpí

-Chris ya basta, no importa... – supliqué pero el siguió

- Te habría dicho que me beses y por lo mucho que te querría te pediría que seas mi novia... – nos quedamos en silencio – igual como lo estoy haciendo ahora – lo miré confundida – pero la que decide eso eres tu. ---

-Dime... – sonrió – ya no voy a ignorar esto, me gustas... desde siempre –  mis ojos dejaron de llorar lagrimas innecesarias – ¿Quieres ser mi novia? – repitió, no era capaz de darle una respuesta, ninguna palabra iba a expresar lo que sentía ni mucho menos responderle esa pregunta. Me acerqué a el tímidamente, el rodeo su mano por mi cintura para acercarme a él y unirnos en nuestro primer beso, quizá no el de nuestras vidas, pero si NUESTRO primer beso, nuestro primer beso real.