Kiss and Tell: en las Bahamas - Cap.37 (penúltimo capitulo)

Valentina: Yitz! – le dije antes de que se fuera corriendo por el pasillo, volví la vista hacia el y me miró – eh... Justin

Justin: por favor – me interrumpió para luego volver a esos silencios incómodos - ¿Es verdad lo que acabas de decirle a Yitz? – dijo luego de unos segundos

Me quedé pensando en que cambiarían las cosas si le decía la verdad, en nada. Pero al fin y el cabo yo quería ser sincera con el.

Valentina: eh yo... – balbucee y el me miro – si – respondí seria y el sonrió – ¿Por qué sonríes?

Justin: ¿Por qué me preguntas eso? – dijo medio confundido

Valentina: ya te lo dije una ves... te quiero y todo – baje la vista al suelo – pero eso no cambiara las cosas entre nosotros... – finalicé

Justin: ¡pero que estas diciendo! ¡Los dos nos queremos! – se exaltó – ¿Por qué lo haces tan difícil? – me gritó

Valentina: justin... – traté de pronunciar calmada – cuando tu terminaste todo esto me diste una buena razón – negó con la cabeza – si, me dijiste que lo habías hecho por que era la única manera de que lo olvidáramos antes de que el tiempo nos hiciera aferrarnos... – me interrumpió

Justin: ¡pero yo no quiero olvidarlo!, tu lo sabes, ¡te lo dije! – dijo entre gritos – te amo – alzó la voz y me quede callada – y no quiero olvidarte – tomó mi cara delicadamente con una de sus manos mientras que con la otra agarraba mi cintura para acercarme y aferrarme mas a él, quedamos a corta distancia, nuestras frentes estaban juntas y aun que mas intentaba convencer a mi mente de que no debía mi corazón se aceleraba y me hacia sentir escalofríos tenerlo a corta proximidad – no quiero olvidarlo – repitió antes de juntar sus labios con los míos en un corto pero tierno beso, me deje llevar por unos segundos, levante mis manos a la altura de su pecho y lo alejé de mi rápidamente

Valentina: no Justin – mascullé

Justin: ¿Por qué no? Es lo que queremos – me interrumpió

Valentina: ¡es lo que tu quieres! – se quedo en silencio – ¿me preguntaste acaso si quería besarte? Ya no somos novios, por lo que no debiste hacer eso – dije lentamente mientras pensaba en la idiotez que acababa de decir

Justin: pero... – lo interrumpí

Valentina: no Justin, hablo en serio...

Justin: ¡estoy arto de tu bipolarismo! – se exaltó – ¡primero me quieres y quieres estar conmigo y luego ya no!

Valentina: aun te quiero – me miró con la mirada húmeda – pero no quiero volver a estar contigo – mentí descaradamente, no quería mentirme pero era lo mejor.

Justin: no es verdad – dijo desviando la vista a otra parte

Valentina: tu tenías razón, el tiempo lejos nos ayudaba, hacia que cada día me olvide un poco de ti, me dolió pero al fin entendí que es mejor para todos – traté de decir sin que las palabras se cortaran

Justin: ¡para todos menos para mi! – me gritó enojado

Valentina: no Justin... – negué con la cabeza – al igual como yo traté de entenderte espero que tu también entiendas mis razones

Justin: ¿razones? Dame aun que sea una razón por la cual no debemos volver – dijo acercándose mas

Valentina: no quiero sufrir, no por amor... y no por ti – mis ojos se llenaron de lagrimas y el retrocedió

Justin: no llores por favor – me abrasó pero me resistí a seguirlo – yo te quiero y tu me quieres solo eso importa – me alejé de el

Valentina: ¿solo eso? ¿Pero que pasa con la distancia? ¿Con el tiempo? ¿Qué pasa con tu fama? No quiero tener que ocultar que quiero a alguien, ni tener que mentir si me preguntan que estamos juntos

Justin: ¡eso no me importa! – lo interrumpí

Valentina: ¡a mi si me importa! – nos quedamos en silencio durante varios minutos – Justin... – balbucee después de arrepentirme de todo que acababa de decir

Justin: esta bien – trató de sonreír

Valentina: ¿Qué? - dije confundida

Justin: tu tienes razón, una relación a distancia no existiría, mi fama arruinaría todo y no quiero hacerte pasar por eso ni mucho menos que mientas sobre tus sentimientos, no quiero aceptarlo pero lo aré por ti, se que no es fácil decir adiós, así que por favor no te pongas a llorar – lo miré sorprendida, ya era tarde para decir eso – mañana se acaba mi estadía acá así que supongo que es el último vez que nos veremos.... – luego de unos minutos en silencio se acercó a mi y levantó mi cara tomando mi mentón – te amo y no quiero que lo olvides nunca – lo miré directo a los ojos por ultima vez, beso mi mejilla y se marchó por el corredor.

Me quedé ahí mismo inmutada sin dejar de llorar, sentía un dolor en mi pecho horrible, tenía todas las sensaciones mas extrañas en mi corazón, yo lo había arruinado todo pero si eso era lo mejor para olvidarlo tenía que seguir creyendo que estaba bien lo que había hecho.

Volví a mi casa sin haberme encontrado con alguno de mis amigos otra vez, entré en mi cuarto sin darle explicación a mi mamá por pillarme en tal estado, los minutos pasaban agonizantemente aumentando mi tristeza, las lagrimas corrían por mis mejillas sin querer detenerse, mi corazón estaba cansado de pasar los minutos destrozado, me estaba muriendo de la desesperación de no poder tenerlo junto a mi, pero era todo, el se marchaba mañana y yo... yo ya lo había perdido para siempre.