First Dance - Capitulo 16 

    - ¿Dejaras que te explique? – pregunté confundida, el asintió con la cabeza y me guió a su habitación, nos sentamos en un sofá con vista hacia una gran ventana que reflejaba la débil luz que estaba a punto de salir completamente.

  
 -  ¿Y? – insistió, subí mis piernas al sofá y me abracé a mí misma, comenzaba a hacer frío y la bata no ayudaba de mucho para cubrirme.

- Mira… no quiero decirte nada que te dañe – traté de esquivar el tema

- Ya no hay nada que me pueda dañar más – susurró, realmente me había dolido escucharlo decir eso pero debía y quería ser fuerte para que esto terminara de una vez por todas.

   - Con Justin nos besamos – levanté la vista rápidamente para ver su expresión, estaba sorprendido y dolido,  no dijo nada, volvió a girar la vista para no mirarme – pero eso es todo – me miró – eso será todo, ya no quiero sufrir más y tampoco quiero que tu lo hagas – las expresiones de su cara cambiaron, el no entendía nada, estaba tan confundido como yo respecto a lo que decía – Dame una oportunidad y te prometo que me olvidaré de él –  logré decir entre sollozos.

   - Fate yo… yo no pedí que te olvidaras de él… yo – masculló antes de que lo interrumpiera

  - Losé, pero quiero hacerlo enserio – exclamé – y solo tú puedes ayudarme a eso – bajé la vista, se acercó a mi y pasó su brazo tras mi cuello, apoye mi cabeza en su hombro y nos quedamos en silencio, eso estaba bien para mí, me sentía tranquila y protegida pero aun así seguía sintiendo un horrible dolor en el pecho el cual creí que se iría después de hacer “lo correcto”.

     Desperté en el mismo sofá en la pieza de Ryan donde seguro me había quedado dormida solo que estaba tapada con una frazada y Ryan ya no estaba a  mi lado.

Me levanté y salí de su cuarto, entré a mi habitación y vi la hora en el despertador que estaba en el buró, eran las 3:00 pm.  Tenía un horrible dolor de cabeza y garganta, seguramente por la broma que hizo Justin anoche de mojarnos.

Estaba a punto de entrar al baño con mi ropa para cambiarme cuando entró Vanessa con mucha ropa entre sus brazos, la lanzó al piso y me miró sonriendo dramáticamente.

      -Eh… Hola Vanessa – reí confundida

     - Amiga linda, necesito tu ayuda – dijo acercándose a abrazarme, le devolví el abrazo y la miré

      - ¿Qué necesita Srta. Vanessa? – dije burlonamente sentándome en la cama.

      - Consejos Fate… - se agachó y recogió una prenda del suelo – Que dices… ¿Vestido amarillo o el rosa? – dijo apoyando el vestido sobre su cuerpo simulando tenerlo puesto – Oh, oh espera, si dices amarillo, ¡mira antes los hermosos zapatos que tengo para combinarlo con el rosa!

      - ah… es para… ¿para tu cita con Justin? – dije molesta, era obvio que era para eso

      - Claro, quiero verme perfecta – sonrió contenta y yo volteé la vista hacia otro lado – bueno… hay otra razón por la que vine – cambio el tono de voz y la miré confundida

      - ¿Q-Qué pasa? –  pregunté asustada, temía que supiera lo que pasó anoche

       -  Es sobre Justin… bueno – dijo un tanto acomplejada

       - ¿Qué con él? – insistí nerviosa

       - Bueno… yo sé que él no te agrada Fate – me miró afligida, por una parte me alivio que no fuera a hablarme de otra cosa.

       - Si es cierto, no nos llevamos bien, solo a veces cuando a el se le da la gana, es un idiota, mujeriego que se cree el rey del universo siendo que NO lo es –  dije resentida, bajo la vista triste

       - Si te molesta que salga con él me quedaré lo juro –  dijo apenada.

        - ¿¡Qué!? ¡NO! – Exclamé – a ti te gusta… debes salir con él

       - Pero no es agradable que mi mejor amiga se lleve mal con el chico que me gusta… es horrible, y tu amistad es mucho más importante para mí que un chico –  me quedé callada escuchándola – en que estaba pensando… iré a decirle a Justin que la cita se cancela – se levantó de mi lado y caminó hasta la puerta, era justamente lo que yo quería pero ella estaba dejando al chico que le gustaba solo por mi amistad, debía dejar de pensar en mi y pensar en la felicidad de mi mejor amiga.

         - ¡Espera! – me levanté y la detuve, quizá luego me arrepentiría de esto – no lo canceles, tienes que ir… - me miró confundida

          - No, sabes no importa, ya te lo dije, no quiero que nada se interponga en nuestra amistad – se volvió  a girar y la volví a detener.

      - Nos llevamos mal, si es cierto pero eso no impide que ustedes puedan… llegar a ser algo más que amigos – me miró confundida – si enserio te gusta ese chico yo te apoyaré en todo para que seas feliz – traté de sonreír

     - ¿Hablas enserio? – Sus ojos volvieron a brillar y su sonrisa no podía ocultarse, asentí con la cabeza resignada a lo que había dicho – eres la mejor Fate,  no hay una amiga que sea mejor que tu – masculló abrazándome 

       - Ja-ja si… – mentí – ahora vamos, debemos ver que te vas a poner, no queremos que 
hagas esperar a Justin

     - ¡Ya sal! – le grité desde el otro lado de la puerta del baño

     - ¡Ta-rán! – exclamó al salir

    - Wow… te ves muy linda – sonreí

    - ¿Tu crees? – Sonrió y yo asentí – Todo es gracias a ti – miró la hora de su reloj – wow ya es tarde – agarró las cosas necesarias y las metió en su bolso – Todo listo, es hora – dijo Feliz 


– Enserio estoy emocionada

    - Losé… suerte en tu cita – mascullé

    - Gracias – me abrazó y salió de la habitación no sin antes darse un último vistazo en el espejo  y sonreír.

Se veía realmente feliz, lo único que podía esperar luego de saber que yo no tenía oportunidad con Justin era que él no la hiciera sufrir,  conozco a mi amiga, es frágil y una decepción así podría hacerla trizas.

      - Toc toc – balbucearon desde mi puerta, me quedé mirándolo y sonreí – Buenos días

      - Buenos días – lo secundé

      - ¿Amaneciste bien? -  preguntó curioso

      - Claro, ¿y qué tal tu?... – alcancé a decir antes de que me interrumpiera

      - Genial por qué tengo un panorama para ti – dijo sonriente

       - Genial – mentí, la verdad no me sentía bien, quería acostarme y descansar de mi dolor de cabeza

        - ¿Segura estás bien? Te ves cansada – dijo con un dejo de preocupación en su voz

        - Bueno… me duele un poco la cabeza pero ya se me va a pasar – sonreí

        - Bueno no importa… lo dejamos para otro día – dijo desanimado mientras caminaba fuera de la habitación, sabía que creía que le había dado esa escusa para no salir con él, pero no era así.

         - ¡Ryan espera! – se volteó a verme

        - Por que no te quedas conmigo y vemos una película – sonreí

         - ¿Segura? – insistió

         - Claro – sonreí y él me secundó, salió de la habitación seguramente a buscar alguna 
película buena y algo para comer.

Me agradaba la idea en que nuestra relación mejorara pero ahora que sabía sus sentimientos por mi era difícil verlo como un amigo y temía confundir mis sentimientos por él.

Se recostó a mi lado luego de colocar la película y dejar la comida a un lado, vimos los primeros 20 minutos en silencio hasta que ya no me aguanté.

           - Ryan… - mascullé y el me miró

          - ¿Qué pasa? ¿Ya te aburrió la película? – Sonrió, mas me limité a contestar - ¿Fate que pasa? – dijo ya nervioso

         - ¿Cómo te diste cuenta… de que yo te gustaba? – pregunté curiosa, el bajo la vista tímido

         - Lo supe cuando te vi llorar – lo miré – recién ahí me di cuenta que en realidad no quería ser solo amigo – levantó la vista y me miró fijamente - ¿A qué viene esa pregunta? – inquirió confundido

        - Solo… la verdad no lo sé – reímos, después de eso hubo un largo silencio incomodo

      -Oye Fate… - lo miré – sobre lo que me dijiste anoche, ¿Qué quisiste decir con que solo yo podía ayudarte a olvidarte de… Justin? – me quedé callada sin saber que decir, mi idea era que el se olvidara de lo que yo había dicho anoche por que lo había dicho sin pensar… bueno, era verdad, sabía que una parte de mi quería a Ryan más que como a un amigo pero también me arriesgaba a perder su amistad - ¿Vas a quedarte callada? – dijo molesto

      - Es que yo… - baje la vista – La verdad… yo tampoco sé por qué dije eso – mascullé, me miró otra vez de esa forma que me hacía sentir la peor basura del mundo, otra vez lo decepcionaba, el era mi amigo, mi mejor amigo y yo lo hacía sufrir, era como si últimamente para lo único que sirviera era para hacer sufrir a la gente que me quería y se preocupaba por mí.

         - Tu lo dijiste, no quieres sufrir más ni hacerme sufrir – lo miré confundida – cada vez que abres la boca me haces sufrir, el problema es que no te das cuenta – dijo con resentimiento

       - Ryan no… no es eso – mascullé y me interrumpió

       - No Fate, me aburrí de estar para ti siempre y que tu solo te preocupes por lo que te pasa a ti, yo también importo ¿Sabes? – dijo enojado

        - Fui una tonta y me equivoque... pero yo sé lo que siento por ti ahora – dije impulsivamente, él me quedó mirando confundido

        - ¿A qué te refieres? – dijo anhelante disimulando una sonrisa

         - Eso, Estoy confundida, creí verte solo como un amigo pero ahora me doy cuenta que no es así - titubeé

         - Lo dices como si fuera algo malo – susurró con la vista en otra parte

         - Lo es Ryan, te eh dicho miles de veces que lo único que quiero es no hacerte sufrir, pero… estoy dispuesta a olvidar a Justin si tú me ayudas – musité tratando de no ponerme a llorar cobardemente otra vez

         - No entiendo a que te refieres Fate – dijo confundido

        - ¿¡Qué eres tonto!? – le grité y me miró asustado, agarré su cara y me abalancé sobre él para besarlo, el respondió nervioso, luego de unos segundos acarició mi mejilla con sus dedos y me miró detenidamente– haz que no quiera a nadie más, haz que sueñe contigo y que no piense en nadie más que en ti  – dije entre sollozos – has que anhele verte cada segundo pero aun más, haz que me  olvide de ese idiota…

         - Lo haré – dijo sonriente tomando una de mis manos, levanté la vista para mirarlo – solo si prometes que dejaras de llorar cada vez que hablemos – reí

       - Prometido – finalicé.